martes, 15 de diciembre de 2015

Alimentos que ayudan a elevar la presión arterial baja



La presión arterial baja o hipotensión es una condición anormal que hace que los latidos del corazón no bombeen la suficiente sangre al cerebro y a otras partes del cuerpo, lo que puede provocar un desequilibrio que a la vez puede originar mareos, adormecimiento de miembros y hasta desmayos. 

Una persona que no presente una historia clínica que revista mayor atención y que presente hipotensión pero sin dar señal de ninguno de los síntomas característicos (mareos, cansancio, debilidad, dolor de cabeza, entre otros), no requiere de tratamiento. Al contrario, si estos síntomas están asociados con algún proceso subyacente de la enfermedad (baja de sangre severa), es necesario tratar esta condición bajo la supervisión de un especialista. En la mayoría de los casos no representa mayor gravedad; las mujeres embarazadas están más predispuestas a experimentar un descenso en su presión arterial.

¿Cómo podemos saber cuándo nuestra presión arterial es baja? Generalmente, si esta está por debajo de los 60 mm Hg y los 100 mm Hg, podemos afirmar que nuestra tensión es baja, aunque también es verdad que algunas personas por naturaleza tienen su presión baja y no por eso sufren de hipotensión. 

Sabemos que la hipertensión arterial representa un peligro potencial ya que la salud de nuestro corazón y arterias está en juego, por eso es que muy pocas veces escuchamos hablar de la hipotensión, no obstante esta también puede acarrearnos algunas complicaciones si no se le da el tratamiento adecuado.  De acuerdo con el sitio de noticias argentino http://www.lanacion.com.ar/, esta condición no resulta crítica, pero si puede originar ciertos inconvenientes en el día a día. Si la hipotensión aparece muy seguido es importante realizarse estudios médicos para equilibrar mediante medicación el sistema nervioso central. Ante un caso de presión arterial baja el sitio web recomienda acostar a la persona y levantar sus piernas, de este modo más sangre llegará al tórax y se normalizará su situación.

Ante un caso de hipotensión es bueno conocer cuáles son aquellos alimentos que ayudan a subirla de forma natural. Un cambio en nuestros hábitos  y el consumo de determinadas comidas podrán estimular la circulación y con ello normalizar nuestra presión arterial. Toma nota:

Toma mucha agua: Es muy posible que un descenso en la presión arterial se de por casos de deshidratación, por tanto trata de tomar dos litros de agua al día.

Bebidas electrolíticas: Gracias a su contenido de minerales como potasio, sodio y magnesio, este tipo de bebidas ayudan a aumentar la presión arterial. Las bebidas electrolíticas son aquellas que presentan una gran capacidad de rehidratación, por lo tanto son muy comunes entre deportistas. Si tu ritmo de vida no es tan intenso como el de un atleta consumado no se recomienda que ingieras estas bebidas. 

Dile no al alcohol: Lentamente, el alcohol irá destruyendo los nervios pequeños que contraen los vasos sanguíneos al ponerse en pie. Por otro lado, estas bebidas interfieren con la regulación del equilibrio en el tronco encefálico y el cerebelo y reduce el rendimiento del corazón. Con el trago se acelera la eliminación de líquido, y ya vimos que la deshidratación puede ser una de las causantes de hipotensión. 

Comidas rápidas: Sobra decir que en exceso, este tipo de comida puede resultar perjudicial, no obstante para el tema que nos ocupa puede ser de utilidad. 

Té o café: Tomándolas con moderación, estás bebidas ayudan a subir la tensión gracias a su contenido de cafeína. Esta sustancia también la puedes encontrar en el chocolate, los helados, etc. Ten presente que no hay que abusar ya que si consumes en exceso (sobre todo café), podrías desarrollar una taquicardia.

Alimentos con vitamina B: La carencia de esta vitamina puede dar origen a una hipotensión. Incluye en tus platos más huevos, carnes y pescados, legumbres, frutos secos, productos lácteos y cereales.

Frutas y verduras: Estos alimentos son ricos en vitaminas y minerales, lo que ayuda a mejorar la circulación sanguínea manteniendo su volumen estable.



Presión arterial baja en mujeres embarazadas



La mayoría de mujeres en estado de embarazo experimentan presión arterial baja; la razón puede deberse a los cambios cardiovasculares que tienen lugar en este periodo. Durante la primera mitad del embarazo son frecuentes los mareos y la sensación de cansancio y fatiga que acompañan a la futura mamá, algunas incluso pueden sufrir desmayos. ¿A que se debe esto? A continuación te lo vamos a explicar.


Adentrándonos en el término

Antes de proseguir es conveniente que sepamos de que es de lo que estamos hablando. La presión arterial baja o hipotensión es la baja presión de la sangre.  Esta se produce cuando los latidos del corazón, cuya misión es bombear la sangre al resto del cuerpo, presentan un ritmo más pausado de lo normal; cuando esto ocurre, tanto el cerebro como el resto del organismo se ven privados de la sangre que necesitan para mantener una estabilidad, lo que daría como resultado desmayos y mareos. De acuerdo con el sitio http://www.tensoval.es/, esta condición afecta más que todo a mujeres jóvenes y delgadas. No se sabe a ciencia cierta que es lo que la produce, sin embargo, los expertos señalan factores hereditarios como posibles detonantes (tanto la madre como la hija muchas veces se ven afectadas). Cuando no se observan síntomas, la hipotensión no conlleva peligro. 

En la etapa del embarazo la mujer puede experimentar hipotensión  durante las primeras 24 semanas, especialmente en el segundo trimestre (entre las semanas 12 y 24 de gestación). Comúnmente hablamos de una disminución en la tensión producto del embarazo; recordemos que ahora la sangre de la mamá también circula hacia el feto, por  lo que estaría realizando una doble función. Su  sistema circulatorio se ve en la necesidad de trabajar más a prisa para cubrir las necesidades del bebé, lo que conllevaría a una reducción en su presión sanguínea. Los niveles de presión arterial En esta etapa llegan a estar por debajo de 90/60, (los niveles normales son de aproximadamente 120/80). De acuerdo con los especialistas, los niveles pueden descender entre cinco y diez puntos durante el primer trimestre, sin embargo estos se estarían estabilizando nuevamente al final del segundo trimestre.  En cuanto el cuerpo de la mujer se amolde a su nueva condición la hipotensión irá mitigándose. La presión arterial baja durante el embarazo puede llegar a representar un problema serio, aunque no llega a ser tan grave como la presión arterial alta o hipertensión. 

Una de las formas de prevenir la hipotensión en el embarazo, es evitar exponerse a temperaturas muy elevadas y no estar de pie durante mucho tiempo. La mujer en cita no debería dormir boca arriba, sobre todo al final del embarazo. Debe mantenerse bien hidratada, tomando por lo menos dos litros de agua diarios. Existen otros factores que se deben tener en cuenta, los cuales están relacionados con la hipotensión postural y la hipotensión supina:

La hipotensión postural: Se da cuando ocurre un cambio rápido en la posición del cuerpo (levantarse muy bruscamente, por ejemplo). Esta condición se caracteriza por la caída de la presión arterial al momento de hacer este movimiento repentino. La sangre sale del cerebro demasiado rápido.

La hipotensión supina: Es producida cuando hay un aumento de la presión que el útero agrandado pone en la vena cava y la aorta. Esta situación ocurre especialmente cuando la mujer está acostada sobre su espalda, lo cual no se recomienda que se haga durante la segunda mitad de la gestación. Si la hipotensión no se toma en cuenta, tanto la madre como el bebé pueden estar en peligro.


Tratamientos

Para saber qué tipo de tratamiento llevar a cabo es pertinente conocer las razones que originan la hipotensión, la edad y el estado de salud de la paciente. Algunos alimentos ayudan a subir tu presión arterial, consulta con tu médico para conocer con que frecuencia y en cuantas cantidades los puedes consumir.

Algunos métodos incluyen:

Aumento en la administración de sodio / sal: La futura mamá deberá ingerir dosis específicas que serán recomendadas por su médico.

Aumento de la ingesta de agua: Cuando se incrementan los fluidos también se incrementa el volumen sanguíneo y se previene la deshidratación.

Medicamentos: Cierto tipo de medicamentos ayudan a los riñones a retener sodio mientras que otros bloquean la reacción del cuerpo a la adrenalina que puede dar origen a la presión arterial baja.